domingo, febrero 21

Dejarse mimar

No me fue, ni me es fácil, acostumbrarme a tener esta nueva relación. Estar con Jonathan me produce sensaciones antagónicas a las que creía que debían experimentarse estando de novia. Existe amor, pasión y locura, pero no se traducen en un dolor que desgarra, la tercera guerra mundial e intento de suicidio, sino que es un amor que te infla como un globo de felicidad, la pasión está en cada beso o caricia, y la locura... es solo ser capaz de hacer cualquier cosa con tal de ver feliz al otro ¿me explico? Me cuesta adaptarme, a entender que el amor puede ser lindo, que puede traerte solo alegrías, que existe compañerismo y que también es real el viejo mito de las almas gemelas.
Por eso también me está costando, amarlo a la distancia, porque cada kilómetro me arde un poco más.


El vacío del instante,
el contenido distante,
la ausencia impuesta,
la amargura molesta,
llevar a cuestas
emociones innecesarias,
que entre otras varias
más hermosas, se pueden
experimentarlas y que queden
solitas y tamizadas
de crueldades encontradas
por almas separadas
que involuntariamente
se perciben ausentes,
quedándoles el presente,
para el conteo regresivo invocar.



Let it be!

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