¡A que no me atrapas!

Esquivando tus halagos como dagas puteagudas y sorteando esa dulzura que enciende de llama tibia la frivolidad en la pantalla... vine a parar hasta aqui.
Como ya te dije, incontenibles son las ganas y el deseo tan profundo de dormirme escuchando tu voz.
La tecnología contra la que tanto despotrico nos presentó y ahora depende de mis tiempos y tu valentía hacer que esto funcione.
Supongo que sufriste mis evaciones constantes y el saber que hay habitantes previos en este corazón confundido.
Este corazón adolescente... pero autoconciente.
Mi conciente no es malo, no me traiciona... no me gusta pensar los sentimientos y vos lo hacés por los dos.
Me encanta que me complementes, y sé que la marea está agitada entre tantos vientos a favor y contra... No quiero volverme cursi de repente, hace unos años evito serlo, no quiero empalagar.
No es emocionante esta carrera? Es vertiginosa... no lo niegues, pisaste el acelerador en quinta y no sé bien quién es el copiloto, porque nos turnamos para chocar y destrozar los corazones... pero también para ser bolsa de aire que rebota el sufrimiento. Te quiero.
Extraña sensación de adrenalina, amor y miedo,
y si creo que te percataste que en la única fase del ser humano donde la teoría heliocéntrica de Copérnico deja de ser válida... es cuando vos y yo.. somos el centro del mundo... quiero que me dejes ser y me acompañes... que no nos importe nada... y dejes de pensar tanto y te animes a vivir el hoy, porque mañana puede ser tarde.
Y mirá quién habla?
La que siempre le huyó a Platón... la que no puede tener una planta porque se le muere en dos días, la colgada que no riega... que no echa raíces en ninguna parte y esta hoy quiere... hacer crecernos a los dos.
No funcionó, me volví cursi ¡A que no me atrapas extraño!



den+*+


(del colegio ni hablar)