domingo, julio 12

Como Tupac Amaru, descuartizada.

“Lo que tenemos ganas de hacer”, “lo que hacemos”, y “lo que sentimos que deberíamos hacer”, son tres cosas que no siempre se encuentran en concordancia cuando decidimos accionar. Claramente es hora de seguir adelante, de cerrar una etapa. Es claro que mi vida como era terminó –sí bonito, te estoy parafraseando- y hay que seguir adelante, moving on and let it be. But, pero, no tengo 1 ni 2, sino que tengo 3 pequeñas denises que me están hablando desde diferentes estados de ánimo y ópticas emocionales. Hay una Denise que se quiere enamorar… que por momentos se ve cerca de estarlo y ve también de quién podría ser –oh, sopresa, ¿no?-, pero también hay otra Denise que se ve sin novio, SOLA y sin compromisos ni ataduras por primera vez en 3 años…, que se siente muy a gusto consigo misma y tiene ganas de vivir toda esa adolescencia que siente que se perdió por haber elegido siempre estar en paz con Ezequiel. Y por último está esta tercera Denise que quiere hacer LAS DOS COSAS, es decir, quiere salir, joder y rockearla hasta que amanezca… pero también quiere quedarse un viernes a la noche a mirar Sex and The City con una persona especial, acurrucada en un sillón y quedarse dormida en los brazos de aquel hombre. ¿Entonces qué? Y es ahí donde ninguna de las tres nos ponemos de acuerdo sobre qué hacer, y entonces cada una tira para su lado, y me siento descuartizada por tres caballos sin saber qué hacer, ni a dónde ir.
Hay días que lo extraño… extraño mucho los buenos momentos, los recuerdos, las imágenes que se me cruzan por la cabeza… no puedo creer que ya no exista esa vida, sigo sin encontrarle reemplazo a los domingos… pero supongo que lo que más cuesta no es entender que no éramos eternos, sino que Ezequiel dejó de sentir amor por mí.
Cuesta entender, cuesta olvidar, pero no cuesta empezar a sentir algo por alguien diferente, antítesis y muy especial. Eso es un avance.



Let it be!

No hay comentarios.: