lunes, octubre 31

Portal de limón y fresa

Como el beso de una fresa quiero que me lleve la vida, que lo haga de suspiros, que me empuje suave hacia adelante. Y me eleve. Como barrilete lento, y fuerte. Que la vida no me apure porque la dejo knok out, y sigo caminando solita y cuando se despierte, de ese sueño liviano por un golpe seco, un basta que retumba en los oidos de mi alma, cuando sepa despertarse y sepa despegar sus párpados con la delicadeza del capullo de flor virgen, cuando deja de ser pimpollo y abre sus piernas al sol... así me mira, se arrepiente y me besa con comisuras de naranja. Y me eleva. Me lleva a una evolución interna donde mi alma ya no es prisionera de lo cotidiano y de sus presiones, de sus corridas y de sus malos tratos, ahora ella reposa bajo la sombra de un árbol de límon, respirando su frescura y permitiendo que mi lengua juegue a darse escalofrios y retorcerse, regozijarse tras la llegada del ácido límon que penetró en mi boca, y víctima de una inocente mordida se deja recorrer, y goza, de lo húmeda que queda al contacto del trasparente limón encantado.
Y son estos momentos del día, donde puedo sentirme limar y transportarme a estos lugares que pinto con mi mente y disfruto... son MI refugio de la rutina, es la acidez del limón y su frescura los que hoy me permiten llegar hasta mañana.
den+*+

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