domingo, junio 21

Sudoku


Analogía de la vida,
claramente escalonada.
Niveles de dificultad
incrementada con los años.
O con los hechos mismos,
que te van concluyendo
sobre un último lecho,
con la inteligencia completada
con la madurez superada,
con la vista cansada,
con la retina que tiembla,
y la Vida, que jubilada,
te felicita por cada 100 sobre 100.

Satisfacción automática
la de lograr resolver
lo que puede parecer
una maraña ilusoria,
y la salida no es escapatoria
sino una puerta introductoria
a una nueva contrariedad,
que deberás consumar
para poder llevar
al cementerio y sobre tu lápida
la frase de Neruda cincelada:
Confieso que he vivido.

Y así con la barriga llena
Y la paciencia colmada,
gritarle en la cara a la Suerte
¡Gracias por no visitarme!
Y regalarme la dicha de saber
que llegué hasta aquí por haber
arreglado mi propios quilombos
solita yo, con mis machetes.


Let it be!

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