domingo, junio 7

Autoestima


Como todos saben, estoy sola hace 2 meses y pico. Se supone que a los 20 años –la flor de la edad según… TODO EL MUNDO– debería estar en plena cacería sexual al mejor estilo bone-seeker, pero hay un inconveniente: no me considero apta ni para atrapar una tortuga lisiada. Ustedes dirán… ‘¿me estás cargando? ¡Si los flacos hoy en día salen a bailar con un moñito de regalo en el cuello!’ No sé, creo que el problema es que las mujeres hacen lo mismo, salen envueltas en papel celofán.
Estuve navegando por facebook, mirando cariñosamente hacia atrás… a personas que tuve en mi vida antes de casarme –porque lo mío fue un casamiento– y hasta incluso ellos, que alguna vez se fijaron en mí, me parecen inalcanzables. Es que no quiero estar con cualquier nabo que se me cruce, no quiero ser exigente por dos motivos: primero porque no creo que esté en condiciones de serlo; segundo, porque solo quiero a una persona todavía, qué macana, ¿no? Y si bien mi familia, mis amigas y mi psicóloga me dicen enfáticamente “Estás más linda que nunca, estás hermosa, estás re flaca, soy re simpática, divertida, inteligente, tenés la sonrisa más bonita” blah blah blah, no me lo creo. Y hasta que no me lo crea, estamos ante un problema, porque dicen que primero se lo tiene que creer uno, para que se lo crean los demás.
No hay mucho más para decir, todo empezó porque navegando por facebook vi que tengo de ‘amigo’ a E.C. –iniciales, obvio, no soy tan descuidada como para mandarme al frente– y me puse a mirar fotos suyas y dije “apa, este chico se puso muy bonito”, tenía 17 añitos en su momento (yo 15) y ahora tiene 22 y bastante interesante debo confesar, y pensé en mandarle un mensaje e incluso lo escribí, pero…. El botón “cancelar” me resultó mucho más tentador, por miedo al rechazo. Y después vi a un amigo de él, y lo intenté agregar pero también cancelé, porque deduje la clásica “mirá si ese chico cuando vea mis fotos se va a fijar en mí, por favor”. Así que acá estoy, no pudiéndole creer a la gente que me halaga, sospechando de cualquier cumplido malintencionado, sola por elección tal vez, pero con la esperanza de que mis motivaciones se resuelvan cuando Ezequiel deje de estar en mi vida y me permita empezar de nuevo. En serio Ezequiel, si no te vas a quedar, tené los pantalones para irte del todo. Basta de mensajes, ¿sí?.

Let it be!

No hay comentarios.: