domingo, mayo 3

Domingo.

La garganta insiste en asustarse
se cierra seca y dolorosamente
tragas en seco y te cuesta.
Cuesta llevar a cuestas el peso
de los recuerdos fotografiados.
Los instantes de risa y mate,
de perderse en los ojos
del otro, una vez más.
Mirar y mirarse en la mirada
de esa persona ahora cerrada.
Ausente ahora, presente siempre
en cada domingo por la tarde.
Bendita sea la vorágine porteña
cuyo tránsito y escándalo
de guerra contra el reloj,
no le deja tiempo al tiempo
que solo pasa lento
cuando llega el fin de semana.
El pecho también siente miedo
de quedarse vacío de verdad
y empieza achicarse, a aislarse,
a no dejar entrar a nadie
por miedo a que lo vuelvan a dejar.
Obligarse a uno mismo
a prestar atención
a sus asuntos.
Esas ganas de pegarse un cachetazo
de sacurdirse de un trompazo
las penas que lo acobardan
y darle un giro a la vida de nuevo
pisando fuerte, acusando presencia.
Y dejar de andar en cuclillas
por los pasadizos de nuestra propia
vida.



den+*+ (azul casi negro)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Q te anda pasando den??? te quiero ver bien

Cele dijo...

deeen eso lo escribiste vos??? me re encantoooo.. "y dejar de andar en cuclillas por los pasadizos de nuestra propia vida", es hermoso!! vos sos hermosa!!! =) animo!! te quiero!